“Esperé al Adal Ramones y venía alguien por él. Venían grabando, entonces me le acerqué por atrás y le dije: ‘¿Qué onda? dime en la cara todo lo que dijiste, aquí estoy’. Empezamos a platicar y me dijo: ‘no, ya pasó mucho tiempo’. Y le dije: ‘no te hagas pen…, lo único que quiero es que me lo digas en la cara’”.
“Me estaba cag… de risa por dentro y dije: ‘le voy a arrancar la peluca, le voy a dar un pu…’, pero no, la neta ya no estamos para esos trotes. Me sentí como ridículo porque ya está veterano y está chiquito. Cuando vio que lo estaban grabando se me puso picudillo. Mentadillas de madre tranqui y ya”.