¡Qué te bajes!”, grita la mujer camino al poste en que encuentra recargada la escalera.
¡Bájate hijo de tu put@ madr…!”, grita la mujer mientras asestó un machetazo a la escalera.
“Sí se les está pagando y no hacen su trabajo ustedes”, sentenció.
Órale! ¡Órale! ¡Bájalo! ¡Bájalo!”.
“Hijo de tu puta madre”.
¡Mi brazo!”, grita.
¡Mi brazo, Fidencio!”.