Acapulco, Gro.— La violencia volvió a cobrar factura en el ya golpeado estado de Guerrero. Este miércoles, fue asesinado a balazos Jesús Rafael Muñoz, conocido como el Licenciado Manzanilla, quien se desempeñaba como titular de Finanzas de la Sección 19 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG).
El ataque ocurrió en la Terminal de Autobuses de Ejido, en una zona urbana y concurrida del puerto de Acapulco, lo que evidencia la impunidad con la que operan los grupos armados incluso a plena luz del día. De acuerdo con los primeros reportes, hombres armados interceptaron a Muñoz cuando se encontraba en el área de abordaje. Le dispararon en múltiples ocasiones antes de huir sin mayor resistencia. El cuerpo quedó tendido frente a decenas de testigos, sin que se lograra una respuesta inmediata por parte de las autoridades.
La víctima era ampliamente conocida en el sector público de Guerrero, no solo por su función administrativa en el sindicato, sino por su cercanía con diversas bases trabajadoras del sector educativo. En los últimos años, había ganado influencia dentro del SUSPEG, particularmente en el manejo de recursos y gestiones financieras en favor de los agremiados.
Hasta ahora, la Fiscalía General del Estado no ha emitido información detallada sobre el móvil del ataque, ni sobre avances en la investigación. Tampoco se ha confirmado si existen líneas de investigación que vinculen el homicidio con conflictos sindicales, disputas internas o amenazas previas. El silencio institucional ha comenzado a levantar suspicacias entre los propios trabajadores del sector público, quienes denuncian que no es la primera vez que una figura sindical sufre atentados o actos de intimidación sin que haya consecuencias legales para los responsables.
El crimen ocurre en un contexto de creciente violencia en Acapulco, donde la actividad criminal ha permeado no solo el ámbito político y económico, sino también el sindical y laboral. El asesinato del Licenciado Manzanilla se suma a una larga lista de líderes comunitarios, representantes sindicales y funcionarios menores que han sido blanco de ataques en los últimos años.
La dirigencia del SUSPEG aún no ha emitido un posicionamiento formal, pero integrantes de la Sección 19 han exigido a las autoridades esclarecer los hechos y proteger a quienes desempeñan labores representativas. En redes sociales, compañeros y trabajadores del sindicato lamentaron el asesinato de quien describieron como un “hombre de diálogo, gestor incansable y servidor comprometido con su base”.
Para muchos en Guerrero, la muerte de Jesús Rafael Muñoz no solo representa una pérdida humana: es también un síntoma más del deterioro del tejido institucional en un estado donde el poder criminal sigue disputando el control de la vida pública.