REDACCIÓN - 05 Aug 2025

Trump amenaza con aranceles de hasta el 250 % a medicamentos importados: una estrategia de choque que sacude el sistema global

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá nuevos aranceles a productos farmacéuticos importados, con un tope que podría alcanzar el 250 %, como parte de su política para incentivar la fabricación nacional y reducir la dependencia de suministros críticos provenientes del extranjero.


La medida aún no ha sido firmada como decreto ni publicada formalmente, pero el mandatario adelantó que el paquete arancelario será dado a conocer en los próximos días. Fuentes del sector consideran que se trataría de una escalada importante en su estrategia comercial, centrada ahora en sectores considerados “vulnerables para la seguridad nacional”, entre ellos el farmacéutico y el de semiconductores.



Marco legal: la Sección 232



La administración Trump utilizaría la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, la misma base jurídica con la que en años anteriores se impusieron aranceles al acero y al aluminio. Esta sección permite aplicar medidas comerciales unilaterales si se considera que ciertas importaciones ponen en riesgo la seguridad nacional. Aunque su uso ha sido criticado como una interpretación ampliada de ese concepto, la Suprema Corte de EE. UU. ha validado su aplicación en contextos similares.



Industria en alerta



La amenaza de tarifas de hasta 250 % generó inquietud inmediata en el sector farmacéutico global, donde empresas como AstraZeneca, GSK, Sanofi, Teva y Sandoz tienen importantes operaciones de exportación hacia Estados Unidos. Las bolsas reaccionaron con caídas en acciones del sector salud, particularmente en Europa.


De acuerdo con expertos en comercio y salud pública, el impacto directo podría ser una subida en los precios de tratamientos oncológicos, antivirales, antibióticos y fármacos genéricos, muchos de los cuales dependen de cadenas globales de producción y distribución.


Organismos independientes estiman que más del 75 % de los ingredientes activos utilizados en medicamentos vendidos en EE. UU. provienen del extranjero, en particular de China e India, países que podrían verse directamente afectados por la medida.



Riesgo de escasez



Diversas asociaciones médicas y grupos de defensa de pacientes han advertido que una política arancelaria de esa magnitud podría afectar el acceso a tratamientos esenciales, especialmente en hospitales públicos, clínicas comunitarias y entre sectores vulnerables. También se teme una disminución en la oferta de medicamentos genéricos, cuyo margen de ganancia es reducido y cuyos fabricantes podrían abandonar el mercado estadounidense si los aranceles encarecen la exportación.


Aún no se ha definido si los aranceles incluirán excepciones para ciertos medicamentos esenciales o si se aplicarán de forma generalizada.



Tensión internacional



Los gobiernos de la Unión Europea, Canadá, India y México —principales socios comerciales de EE. UU.— ya han expresado preocupación ante la posibilidad de un nuevo frente arancelario. Bruselas, en particular, evalúa la compatibilidad de la medida con los acuerdos multilaterales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que podría recibir impugnaciones formales en caso de que los aranceles se ejecuten sin negociación previa.


Además, las medidas se dan en un contexto de elecciones intermedias en Estados Unidos, lo que ha llevado a algunos observadores a considerar que el anuncio tiene también una dimensión política y electoral, al reforzar el discurso de “America First” frente a la globalización farmacéutica.



El precedente y la advertencia



No es la primera vez que Trump recurre a la política comercial agresiva como herramienta de presión. Sin embargo, el impacto de sancionar al sector salud es más sensible que en otras industrias, pues afecta directamente a los consumidores finales y al sistema sanitario.


Mientras tanto, compañías multinacionales aceleran sus planes de relocalización de fábricas en EE. UU., aunque reconocen que construir nuevas plantas y establecer cadenas de producción locales llevará años, no meses.




Conclusión



El anuncio del presidente Trump sobre aranceles a medicamentos importados marca un punto de inflexión en la política comercial estadounidense. A diferencia de otras rondas arancelarias enfocadas en productos industriales, esta vez el blanco es un sector ligado directamente al bienestar y la salud de millones de personas.


El reto será equilibrar el objetivo estratégico de seguridad farmacéutica con el impacto real sobre precios, acceso, diplomacia y estabilidad global. Las próximas semanas serán clave para saber si esta amenaza se concreta como política oficial o si se convierte en un nuevo episodio de presión negociadora en el escenario internacional.



Etiquetas: