El hallazgo se produjo en un dren pluvial de la colonia Felipe Carrillo Puerto, en la capital del estado, tras un operativo en el que participaron brigadas de Protección Civil, bomberos, policías estatales, efectivos del Ejército y voluntarios que se sumaron a la búsqueda. Con este hecho, se elevó a tres el número de víctimas mortales ocasionadas por las precipitaciones que azotaron la entidad durante el fin de semana.
Matías fue visto por última vez en la madrugada del sábado 23, cuando regresaba a casa después de convivir con amigos. La tormenta lo sorprendió en la avenida 5 de Febrero, a la altura de San José de la Montaña. Desde ese momento, no hubo más contacto con él. Su desaparición encendió alarmas entre familiares y amigos, quienes emprendieron la búsqueda de inmediato y, más tarde, convocaron a la sociedad a unirse a la causa.
Durante dos días, su nombre se convirtió en sinónimo de esperanza. Decenas de ciudadanos se sumaron a las brigadas de rescate, difundieron su fotografía en redes sociales y acompañaron a la familia en recorridos por ríos, drenes y calles afectadas. La noticia de su hallazgo, sin embargo, cerró la jornada de forma trágica, dejando un vacío imposible de llenar.
“Mi más sentido pésame a la familia. No me puedo imaginar lo que están viviendo”, expresó el gobernador Mauricio Kuri al confirmar el deceso. La familia de Matías, visiblemente afectada, recibió la solidaridad de vecinos, amigos y colectivos que se habían sumado a la búsqueda, y que ahora transforman su energía en muestras de apoyo y duelo.
El caso de Matías no es aislado. De acuerdo con las autoridades estatales, las lluvias extraordinarias dejaron un saldo preliminar de tres fallecidos, entre ellos dos personas arrastradas por la corriente en la colonia Peñuelas. Además, se reportan más de 2,000 viviendas con daños, de las cuales al menos 280 presentan afectaciones mayores.
La magnitud del desastre obligó a las autoridades a declarar emergencia en distintos municipios y a destinar de manera inicial 78 millones de pesos para atención inmediata, limpieza y reparación de infraestructura básica.
La Coordinación Estatal de Protección Civil calificó la tormenta del fin de semana como un fenómeno “extraordinario”, al registrar en pocas horas precipitaciones equivalentes a varias semanas de lluvia. El colapso de vialidades, la acumulación de agua en drenes y la fuerza de las corrientes hicieron que la capital enfrentara una situación inédita en los últimos años.
Vecinos de colonias como Felipe Carrillo Puerto, Peñuelas y San José de la Montaña relataron escenas de angustia: calles convertidas en ríos, vehículos arrastrados y familias que tuvieron que ser evacuadas en medio de la madrugada. “Nunca había visto algo así, el agua nos rebasó en minutos”, dijo Teresa Ramírez, habitante de la zona oriente de la ciudad.
La desaparición y posterior hallazgo de Matías expone, con crudeza, la vulnerabilidad ante fenómenos naturales que cada vez golpean con mayor fuerza a los centros urbanos. Pero también deja testimonio de la capacidad de la sociedad queretana para organizarse y acompañar en los momentos más oscuros.
Hoy Querétaro se viste de luto. La ausencia de Matías marcará para siempre a su familia, a sus amigos y a una comunidad que lo buscó con fe y solidaridad. Su nombre permanecerá en la memoria colectiva como recordatorio de que ninguna vida debe perderse en silencio, y de que la unión social es la fuerza más grande para enfrentar la tragedia.