La Fórmula 1 se prepara para recibir a un nuevo contendiente en 2026: Cadillac, respaldado por General Motors y asesorado por el legendario Mario Andretti, se incorpora como el undécimo equipo de la parrilla. Para su debut, la escudería ha apostado por una dupla de alto perfil: el mexicano Sergio “Checo” Pérez y el finlandés Valtteri Bottas.
Ambos pilotos llegan con trayectorias consolidadas. Checo Pérez, tras su salida de Red Bull en 2024 y un año sabático, regresa con el objetivo de liderar un proyecto desde cero. Bottas, por su parte, vuelve como piloto titular luego de servir como reserva en Mercedes, con la misión de aportar su temple y precisión técnica.
La elección de Cadillac no solo responde a la experiencia acumulada —527 carreras, 23 poles y 16 victorias entre ambos— sino también a la química que se espera entre los pilotos. Bottas ha sido reconocido por su rol estratégico junto a Lewis Hamilton en Mercedes, mientras que Checo ha demostrado ser un escudero eficaz en Red Bull, además de tener una conexión especial con la afición latinoamericana.
El equipo ha descartado incluir a un piloto estadounidense, como se había especulado, y ha optado por una dupla que pueda ofrecer resultados desde el primer día. Cadillac utilizará motores y cajas de cambio de Ferrari en su primera etapa, mientras desarrolla su propia unidad de potencia para futuras temporadas.
Fuera de la pista, Bottas ha cultivado una imagen cercana al público mexicano, con gestos que van desde portar sombreros de mariachi hasta disfrutar de la gastronomía local. Esta afinidad cultural refuerza la narrativa de un equipo que busca representar a todo el continente americano.
Con contratos multianuales firmados, Cadillac se posiciona como un proyecto serio y ambicioso. La presentación oficial de los pilotos está programada para esta semana, y aunque el debut en pista será en marzo de 2026, las expectativas ya están en marcha. La dupla Checo-Bottas promete ser una de las más sólidas y carismáticas de la nueva era de la Fórmula 1.