“He estado bajo una continua presión para salir al paso con alguna declaración que pudieran justificar el acto del Sr. Luis Rubiales. No solo eso, sino que, de diferentes maneras y a través de diferentes personas, la RFEF ha presionado a mi entorno (familia, amigos, compañeras, etc) para que diera un testimonio que poco o nada tenía que ver con mis sensaciones”, indicó un comunicado que publicó en su cuenta de X.
“Es solo la gota que colma el vaso y lo que todo el mundo ha podido ver, pero actitudes como esta han sido parte del día a día de nuestra selección por años”, apuntó.
“Ante tal muestra de falta de respeto e incapacidad de reconocer los errores propios y asumir las consecuencias, he tomado la decisión de no volver a jugar para la Selección mientras actúen los actuales dirigentes”, finalizó.