Tras el incidente de anoche que involucró la tapa de una válvula de agua, el Gran Premio de Las Vegas, la F1 y la FIA decidieron tomar precauciones adicionales para garantizar la integridad de la pista antes de la reanudación de las carreras. Estas medidas adicionales requirieron varias horas para completarse por completo, lo que provocó un importante retraso en el programa de carreras”.
“Dado lo avanzado de la hora y las preocupaciones logísticas con respecto al movimiento seguro de los fanáticos y empleados fuera del circuito, LVGP tomó la difícil decisión de cerrar las zonas de fanáticos antes del comienzo de los segundos entrenamientos”.