Sheinbaum critica que Kast reivindique el "régimen dictatorial" de Pinochet en Chile

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, abordó este martes, en su habitual conferencia matutina desde Palacio Nacional, las implicaciones políticas y las dimensiones históricas derivadas del resultado de las elecciones presidenciales en Chile, donde el candidato de derecha José Antonio Kast obtuvo una victoria significativa.

Sheinbaum reconoció que la elección de Kast —quien obtuvo aproximadamente 58 % de los votos frente a su contendiente de izquierda— constituye un ejercicio legítimo del proceso democrático chileno que debe ser respetado. Sin embargo, manifestó preocupación por las declaraciones públicas del presidente electo en torno a la figura del exdictador Augusto Pinochet (gobernante de facto entre 1973 y 1990), señalando que su reivindicación resulta problemática desde una perspectiva histórica y de respeto a los derechos humanos.

La mandataria recordó que el ascenso de Pinochet al poder fue precedido por un golpe de Estado en 1973 que derrocó a un gobierno elegido democráticamente y dio lugar a un régimen caracterizado por graves violaciones a los derechos fundamentales, incluyendo represión sistemática, desapariciones forzadas y asesinatos de opositores políticos. Sheinbaum calificó ese periodo como un régimen autoritario con un historial documentado de violaciones a derechos humanos que no puede ser reducido a meras discrepancias en modelos económicos.

Desde su perspectiva, enfatizó que la conmemoración o justificación de experiencias autoritarias contraviene principios democráticos esenciales, particularmente cuando dichas experiencias implican el uso sistemático de la violencia estatal contra quienes piensan o actúan de manera distinta. Asimismo, rechazó la equiparación simplista entre alternancias políticas propias de los sistemas democráticos y la rehabilitación política de etapas marcadas por violencia institucional.

Sheinbaum también contextualizó la reflexión señalando que México mantuvo en décadas pasadas una política exterior de apertura y solidaridad con los exiliados de las dictaduras del Cono Sur, destacando la contribución de dichas comunidades chilenas, argentinas y uruguayas al desarrollo académico y científico del país. En ese marco, reiteró su expectativa de que el nuevo gobierno chileno despliegue su mandato dentro de los marcos democráticos y subrayó la importancia de preservar y transmitir la memoria histórica de los periodos de golpes de Estado y regímenes militares en América Latina.