La escena fue brutal. Nueve personas asesinadas, cinco más heridas y un mensaje aterrador enviado desde las entrañas del crimen organizado. El centro de rehabilitación Shaddai, ubicado en el corazón de Culiacán, se convirtió en escenario de una masacre que hoy cimbró no solo a Sinaloa, sino al país entero.
¿Los responsables? Una célula criminal vinculada a ‘Los Chapitos’, el grupo liderado por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quienes mantienen una guerra interna con otra facción del mismo cártel: ‘Los Mayos’.
Leer más