Tenemos 11 mil 800 efectivos policiales en las calles para el control de disturbios, tenemos más de 120 camionetas y 49 vehículos militares, y también la participación de las fuerzas armadas", dijo el jefe de la Región Policial Lima, el general Víctor Zanabría. "La policía esta en alerta máxima". Varias estatuas y monumentos del centro de la capital estaban envueltos en lonas de plástico para protegerlos de eventuales daños.
"En Lima, la lucha tendrá más peso. Cuando nos reprimen en nuestras regiones, nadie lo menciona", aseguró Abdon Félix Flores, de 30 años, un campesino que se dice listo "a dar su vida". Salió el domingo de Andahuaylas, epicentro de las manifestaciones en diciembre, para llegar a Lima el martes.
"La lucha del pueblo peruano no acaba mañana, la lucha va a continuar si es que se pretende que la señora Dina Boluarte no escuche al pueblo", dijo Gerónimo López, quien convocó a la huelga. "Es una movilización justa, democrática, de ciudadanos que han llegado de las regiones y también de acá, de Lima, donde están exigiendo la renuncia inmediata de Dina Boluarte, convocatoria a nuevas elecciones este año 2023 y el cierre del Congreso", añadió. "Es una huelga cívica popular nacional con movilizaciones pacíficas de organizaciones de diferentes regiones, evitando todo acto de vandalismo".
""No hay autorización de la policía, nunca se pide autorización para una manifestación social, no es una obligación que nos autoricen", aseguró, a pesar de que el estado de emergencia suspende las libertades de reunión y circulación, además de permitir la intervención del ejército para el mantenimiento del orden.