REDACCIÓN - 04 Jun 2025

🇺🇸 TRUMP QUIERE BAJAR IMPUESTOS… A COSTA DE LOS POBRES

Donald Trump no ha regresado con medias tintas. De cara a la elección presidencial, el expresidente republicano impulsa un ambicioso y polémico plan económico bautizado con su característico tono grandilocuente: “One Big Beautiful Bill Act”. El proyecto ya fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero genera intensas divisiones políticas y alarma entre analistas económicos, pues la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estima que, de implementarse, elevaría la deuda nacional de Estados Unidos en 2.4 billones de dólares durante la próxima década.



Más recortes fiscales para los ricos, menos apoyo para los vulnerables



La columna vertebral del proyecto consiste en extender los recortes fiscales aprobados durante la administración Trump en 2017, y añadir nuevas exenciones dirigidas principalmente a sectores de clase media alta y alta. Entre las nuevas medidas propuestas se incluye la exención de impuestos para propinas, pagos por horas extra y la compra de automóviles fabricados en territorio estadounidense.


Sin embargo, esos beneficios vienen acompañados de recortes presupuestarios severos a programas sociales clave. El proyecto plantea reducir significativamente el financiamiento a Medicaid (programa de salud para personas de bajos recursos), eliminar créditos fiscales para energías limpias y desmantelar ayudas federales como SNAP (conocido como el programa de cupones de alimentos). En otras palabras: menos impuestos para los sectores con poder adquisitivo, menos apoyos para quienes más los necesitan.



Elon Musk rompe filas con Trump



El plan ha recibido críticas desde múltiples frentes, pero una de las más sorpresivas provino de Elon Musk, quien fue parte del gabinete ampliado de Trump en su primer mandato como titular del llamado Departamento de Eficacia Gubernamental (DOGE). Musk calificó el paquete fiscal como una “abominación repugnante” y advirtió que favorece a los grandes capitales mientras recorta servicios básicos para millones de estadounidenses.


“El déficit fiscal no se resuelve desmantelando derechos sociales”, expresó Musk en una declaración que se ha viralizado en medios y redes. “La clase trabajadora no puede seguir pagando los excesos de los más ricos”.



El costo social: millones sin seguro



La Oficina de Presupuesto del Congreso también advirtió que la implementación del plan provocaría que al menos 10.9 millones de personas pierdan su seguro médico antes de 2034. Esto incluye a 1.4 millones de inmigrantes indocumentados que actualmente acceden a esquemas estatales de cobertura básica. Los efectos serían particularmente severos en estados del sur y del medio oeste, donde el acceso a salud pública ya es limitado.



Un proyecto “bonito” pero insostenible



Desde la Casa Blanca, la propuesta ha sido defendida por republicanos como una “pieza clave para revitalizar la economía y liberar al sector productivo del peso fiscal”. Sin embargo, economistas como Paul Krugman han advertido que se trata de una bomba de tiempo que aceleraría la desigualdad social y debilitaría el mercado interno. Los recortes también impactarían los fondos destinados a subsidios de vivienda, educación pública y programas de energía renovable, sectores en los que Estados Unidos aún tiene rezagos estructurales.



¿Pasará en el Senado?



El “One Big Beautiful Bill Act” ya fue aprobado por la Cámara de Representantes, donde los republicanos tienen mayoría. Ahora enfrenta una batalla más complicada en el Senado, donde legisladores moderados de ambos partidos han expresado reservas. Especialmente controvertido es el componente fiscal: la eliminación de fuentes de ingreso para el Estado sin una estrategia clara de compensación.


Además, el clima político se ha tensado luego de que grupos ciudadanos y sindicatos iniciaran campañas para detener la aprobación de la ley, señalando que podría agravar la situación de más de 30 millones de personas que dependen, directa o indirectamente, de programas sociales que serían afectados.



Una señal del tipo de gobierno que vendría



Más allá de las cifras, este plan revela la visión económica con la que Trump buscaría regresar a la Casa Blanca: menos Estado, más mercado; menos justicia fiscal, más beneficios al capital. En un contexto global donde los países debaten cómo proteger a los más vulnerables ante la inflación, el cambio climático y las crisis sanitarias, la apuesta del expresidente estadounidense parece ir en sentido contrario.

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