REDACCIÓN - 12 Jun 2025

Revienta el caso Wallace: liberan a Juana Hilda tras casi 20 años presa por confesión bajo tortura

Después de más de 19 años en prisión, Juana Hilda González Lomelí salió en libertad este miércoles por la noche, luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declarara inválidas las pruebas en su contra, al haber sido obtenidas mediante tortura, amenazas y tratos inhumanos. La decisión cimbró al sistema de justicia mexicano y encendió de nuevo los focos sobre las irregularidades que desde hace años rodean el llamado “caso Wallace”.


Con cuatro votos a favor y uno en contra, los ministros de la Primera Sala determinaron que no existía prueba lícita alguna que sostuviera su condena, originalmente dictada por el supuesto secuestro y asesinato de Hugo Alberto Wallace Miranda. La resolución, elaborada por el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, señaló que el Ministerio Público no investigó las denuncias de tortura presentadas desde el inicio por la hoy liberada, y que la confesión autoinculpatoria fue obtenida bajo coacción.


Juana Hilda fue liberada la noche del 11 de junio y trasladada bajo resguardo de la Defensoría Pública al Valle de México, donde se reencontró con su familia, después de casi dos décadas de encierro. Su caso ha sido símbolo de lo que organizaciones defensoras de derechos humanos denominan una “fabricación judicial”, pues se trató de una de las primeras personas señaladas como parte del presunto grupo que habría participado en el secuestro de Wallace Miranda.


Este fallo podría abrir la puerta a la revisión de otros procesos relacionados con el caso, como los de Brenda Quevedo, Jacobo Tagle, César Freyre y los hermanos Castillo, todos ellos señalados bajo una narrativa que ha sido severamente cuestionada por inconsistencias forenses, pruebas fabricadas y confesiones obtenidas mediante tortura.


El caso Wallace ha sido tema de debate durante más de 15 años, luego de que su madre, Isabel Miranda de Wallace, se convirtiera en activista y figura pública exigiendo justicia. Sin embargo, investigaciones periodísticas y peritajes independientes han sostenido que el supuesto crimen carece de pruebas sólidas, y que pudo haberse tratado de una simulación con respaldo institucional.


Con la liberación de Juana Hilda González, el sistema judicial mexicano enfrenta uno de los golpes más duros a su credibilidad en casos de alto perfil. La Corte ha dejado claro que ninguna condena puede sostenerse sobre la tortura.

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