En respuesta a una escalada de violencia que ha dejado más de un centenar de víctimas en lo que va del mes, el Gobierno de México desplegó 1,600 elementos federales en Sinaloa. La estrategia, encabezada por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y el titular de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, busca contener delitos de alto impacto en los municipios con mayor incidencia delictiva.
Del total de efectivos, 1,200 pertenecen al Ejército y 400 a la SSPC. Estos operativos se concentrarán en los llamados “polígonos prioritarios”, zonas identificadas por su alta frecuencia de homicidios, enfrentamientos armados y hallazgos en fosas clandestinas.
Además del refuerzo humano, se acordó instalar más cámaras de videovigilancia, mejorar la iluminación en espacios públicos y fortalecer las labores de inteligencia. Las autoridades locales reconocieron que la instrucción para este despliegue provino directamente de la Presidencia de la República, como parte de una revisión urgente de la estrategia de seguridad en la entidad.
Aunque no se detalló el tiempo que permanecerán los elementos ni los municipios específicos donde operarán, el mensaje fue claro: el Estado busca recuperar el control de territorios donde la violencia ha escalado de forma alarmante.