Después de un juicio federal que mantuvo en vilo a la industria del entretenimiento, el rapero y empresario Sean “Diddy” Combs fue declarado culpable de transportar personas con fines de prostitución, aunque fue absuelto de los cargos de tráfico sexual y crimen organizado. El veredicto fue emitido por un jurado compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, tras más de trece horas de deliberación.
El caso se centró en los llamados “freak-offs”, encuentros sexuales organizados por Combs en los que, según los testimonios, las participantes eran manipuladas, drogadas y grabadas sin su consentimiento. Entre las voces más contundentes estuvo la de su exnovia, la cantante Cassie Ventura, quien relató episodios de violencia física, coerción emocional y amenazas con difundir videos íntimos.
Durante el juicio, también testificaron empleados, asistentes personales y otras presuntas víctimas, quienes describieron un entorno de control absoluto ejercido por Combs. A pesar de que la defensa argumentó que las relaciones fueron consensuadas y que no existía una red criminal, el jurado encontró suficientes elementos para condenarlo por violar la Ley Mann, al trasladar a personas entre estados con fines sexuales comerciales.
El artista, de 55 años, permanece detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn