José Contreras - 15 Jul 2025

Lamine Yamal enfrenta críticas y posibles sanciones por su fiesta de cumpleaños

La celebración de los 18 años de Lamine Yamal, realizada en una finca privada, incluyó lujos, artistas reconocidos y una temática estilo gángster. Sin embargo, lo que debía ser una noche de festejo se convirtió en el centro de una controversia legal y social. Diversas asociaciones defensoras de derechos humanos denunciaron que el futbolista contrató personas con acondroplasia para animar el evento, lo que consideran una forma de humillación disfrazada de entretenimiento.


El Ministerio de Derechos Sociales solicitó a la Fiscalía y a otras entidades investigar si se vulneró la ley de discapacidad, que prohíbe espectáculos que denigren a personas por su condición física. De confirmarse la infracción, Yamal podría enfrentar sanciones económicas que van desde los 600 mil hasta un millón de euros.


Aunque una de las personas contratadas defendió su participación alegando que fue un trabajo voluntario y digno, las organizaciones insisten en que el problema va más allá de las intenciones individuales: se trata del mensaje que se transmite a la sociedad. “Esto no fue inclusión, fue una puesta en escena basada en estereotipos”, declaró la presidenta de una de las asociaciones denunciantes.


Hasta el momento, ni el jugador ni el club han emitido declaraciones oficiales, lo que ha intensificado el debate sobre el papel de las figuras públicas en la promoción de valores inclusivos.


La fiesta que marcaba el inicio de la vida adulta de Lamine Yamal ha puesto en tela de juicio su responsabilidad social como figura pública. Más allá del escándalo, el caso abre una conversación urgente sobre el respeto a la dignidad humana en el entretenimiento.


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