REDACCIÓN - 10 Sep 2025

Polonia entra en alerta máxima tras incursión de drones rusos y despliegue de cazas aliados

Varsovia, Polonia. – Polonia decretó este martes un estado de alerta máxima luego de que varios drones rusos ingresaron a su espacio aéreo, lo que obligó a una respuesta inmediata de su Fuerza Aérea y de los aliados de la OTAN. El episodio reaviva las tensiones en Europa Central y refuerza los temores de que el conflicto ucraniano pueda extenderse hacia territorios de la alianza atlántica.


De acuerdo con el Ministerio de Defensa polaco, las alarmas se activaron en la madrugada tras la detección de varios drones lanzados desde territorio ruso que cruzaron la frontera oriental. Como reacción, se desplegaron cazas F-16 polacos junto con aeronaves holandesas y estadounidenses, además de F-35 de la OTAN que patrullan la región desde julio. La operación permitió interceptar y derribar al menos dos de los aparatos no tripulados, mientras que el resto fue neutralizado mediante sistemas de guerra electrónica y defensas terrestres.


La maniobra obligó a cerrar de manera temporal los aeropuertos de Varsovia y Rzeszów-Jasionka, este último considerado estratégico porque funge como corredor logístico para la ayuda militar occidental destinada a Ucrania. Los vuelos fueron suspendidos por varias horas hasta que las autoridades confirmaron que la situación estaba bajo control.


El incidente ocurre en un contexto de creciente fricción en la frontera oriental europea. Días atrás, Polonia había reportado incursiones menores de drones rusos que no causaron daños, pero que ya habían encendido las alertas diplomáticas. Ahora, con la simultaneidad de ejercicios militares conjuntos entre Rusia y Bielorrusia, el gobierno polaco decidió cerrar también su frontera con Minsk como medida de seguridad preventiva.


La OTAN respaldó las acciones de Varsovia y reiteró que sus sistemas de defensa permanecen activos en todo el flanco oriental. Desde hace dos meses, la alianza mantiene un destacamento de cazas F-35 neerlandeses y noruegos en territorio polaco, con el objetivo de reforzar la vigilancia y disuadir incursiones del Kremlin. Tanto Estados Unidos como Italia participaron en la coordinación aérea de esta última emergencia.


Para Varsovia, lo ocurrido representa una prueba de fuego. El país se ha convertido en uno de los principales apoyos de Ucrania dentro de la Unión Europea y en un punto neurálgico para la logística militar. Su gobierno ha advertido en repetidas ocasiones que los drones rusos no solo amenazan la seguridad aérea, sino que constituyen un intento deliberado de Moscú por tensar la frontera y medir la capacidad de respuesta de la OTAN.


La alarma de este martes recuerda a la opinión pública polaca la vulnerabilidad de sus ciudades fronterizas, que permanecen bajo constante vigilancia desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022. En la región de Rzeszów, los habitantes reportaron sonidos de explosiones y el paso a baja altura de aeronaves militares, lo que generó escenas de temor entre la población.


Expertos militares consultados por medios europeos señalaron que la incursión de drones, aunque no causó daños materiales de consideración, constituye un episodio grave porque pone a prueba el sistema de defensa colectiva de la OTAN. El artículo 5 del tratado establece que un ataque a cualquier miembro será considerado como un ataque al conjunto, pero hasta ahora los aliados han evitado calificar estas acciones como agresiones directas, para no escalar el conflicto hacia un enfrentamiento abierto con Rusia.


Con el cierre de la frontera con Bielorrusia, la movilización de cazas y la activación de radares y sistemas de misiles, Polonia busca enviar una señal clara: no tolerará más provocaciones y está dispuesta a responder en coordinación con sus aliados. La tensión se mantiene, y la región se prepara para un periodo de vigilancia permanente, consciente de que el frente oriental de Europa se ha convertido en el escenario más delicado de la seguridad continental.

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