¿Por qué lo aventaste al aceite, ojalá te cojan allá adentro, por qué lo aventaste a la manteca, qué te hizo el animal, pinche ojete, maldito”, se escucha que le gritan a Sergio “N”, quien camina agachado y con las manos esposadas, afuera de la Agencia 50 de la Fiscalía capitalina.