Giorgio Armani, fundador y alma de la casa que lleva su nombre, falleció pacíficamente en su residencia de Milán a los 91 años, rodeado de sus seres queridos. La noticia fue confirmada por su firma, que destacó su incansable dedicación hasta el último día. Su ausencia en los desfiles recientes ya había despertado preocupación, tras una infección pulmonar que lo mantuvo alejado de los reflectores.
Nacido en Piacenza en 1934, Armani abandonó la medicina para dedicarse al diseño, iniciando como escaparatista antes de fundar su propia marca en 1975. Desde entonces, revolucionó la moda masculina con siluetas relajadas y cortes impecables, y conquistó Hollywood, la alta costura y el prêt-à-porter con una estética que combinaba lujo y funcionalidad.
Este año, la maison celebró su 50 aniversario con la colección “Radici” (“raíces”), un homenaje a los valores que definieron su trayectoria: independencia, sobriedad y elegancia atemporal. También se conmemoraron los 20 años de Armani Privé, su línea de alta costura, donde el diseñador cerró el desfile del brazo de la modelo final, en lo que sería su última aparición pública.
Además de su impacto en la moda, Armani dejó huella en la arquitectura, el diseño de interiores y la hotelería de lujo. Su mansión en Saint-Tropez, por ejemplo, reflejaba su filosofía estética: armonía con la naturaleza, lujo sin ostentación y simplicidad sofisticada.
La cámara funeraria estará abierta al público los días 6 y 7 de septiembre en el Teatro Giorgio Armani de Milán. El funeral se celebrará en privado, según sus deseos.
“La moda no es sólo apariencia, es una actitud. Es la forma en que decides presentarte ante el mundo.” — Giorgio Armani
Su partida marca el fin de una era, pero su legado seguirá inspirando generaciones. Hasta siempre, Re Giorgio.