De acuerdo con el informe oficial, las acciones conjuntas permitieron el decomiso de 480 kilogramos de fentanilo en polvo, más de 714 mil pastillas falsas, 2.2 toneladas de metanfetamina, 7.4 toneladas de cocaína y 16.5 kilogramos de heroína. Además, se incautaron 11.1 millones de dólares en efectivo, 1.7 millones en bienes diversos y 420 armas de fuego.
El administrador de la DEA, Terrance Cole, aseguró que la operación refleja la prioridad de frenar el tráfico de drogas sintéticas que afecta a miles de comunidades en Estados Unidos: “Cada kilo de veneno asegurado, cada dólar confiscado y cada arresto representan vidas salvadas y comunidades protegidas. No descansaremos hasta desmantelar por completo al Cártel de Sinaloa”, declaró.
El operativo se llevó a cabo en coordinación con agencias internacionales y fuerzas de seguridad locales en distintos países, lo que subraya la dimensión global del cártel, actualmente catalogado por Washington como Organización Terrorista Extranjera. Según estimaciones oficiales, el grupo mantiene operaciones en al menos 40 naciones.