En vísperas del duelo amistoso contra Corea del Sur, el estratega de la Selección Mexicana, Javier Aguirre, lanzó una autocrítica contundente: “Dimos un paso hacia atrás, y soy el culpable”. El empate sin goles ante Japón dejó al equipo con dudas sobre su capacidad ofensiva y nivel competitivo, algo que el “Vasco” no esquivó al asumir la responsabilidad por la falta de preparación mental.
Durante su conferencia previa al encuentro en Nashville, Aguirre subrayó la necesidad de que sus jugadores se atrevan más en el ataque. “Tenemos una pelota fácil para jugar y decidimos no correr riesgos, preferimos que se equivoque otro”, señaló, evidenciando una actitud conservadora que, según él, impidió que México concretara oportunidades claras frente a los Samuráis Azules.
El técnico también anticipó que Corea del Sur será un rival aún más exigente que Japón, destacando su agresividad táctica y física. “Están más acostumbrados al cuerpo a cuerpo, a competir al límite del reglamento”, advirtió, tras analizar su reciente victoria sobre Estados Unidos.
Aguirre reconoció que la constante rotación de jugadores ha dificultado consolidar su idea de juego, aunque confía en que el grupo ha comenzado a asimilar sus conceptos. En medio de este proceso, lamentó la baja de Edson Álvarez por lesión, una ausencia que podría afectar el equilibrio defensivo del equipo.
Con el Mundial 2026 en el horizonte, el técnico mexicano insiste en que estos partidos de preparación deben servir para fortalecer la identidad del equipo y romper con las barreras mentales que han limitado su rendimiento. “No pasa nada si el marcador no refleja lo que se jugó, lo importante es que nos atrevamos”, concluyó.