De acuerdo con la investigación, el sospechoso habría utilizado escaleras para acceder a las azoteas de varios edificios y desde allí habría disparado contra Kirk. Tras el ataque, logró escapar saltando entre techos y finalmente huyó hacia un vecindario cercano. Las autoridades han podido reconstruir con detalle su recorrido dentro del campus, aunque hasta ahora permanece prófugo.
El comisionado de Seguridad Pública de Utah, Beau Mason, señaló que cuentan con un cronograma minucioso de los movimientos del atacante y confió en que esta información sea clave para lograr su captura. El FBI pidió a la ciudadanía colaborar con datos que ayuden a localizar al sospechoso, a través del número 1-800-CALL-FBI o de las plataformas digitales habilitadas para denuncias anónimas.
La difusión de las imágenes marca una nueva fase en la investigación y subraya la relevancia de la colaboración ciudadana para esclarecer hechos de alto impacto en espacios públicos. Más allá de la urgencia de localizar al agresor, este caso reabre el debate sobre la seguridad en los campus universitarios, la necesidad de fortalecer sistemas de vigilancia y respuesta inmediata, y el papel de la comunidad en la prevención de actos violentos que atentan contra la vida y el orden social.