Cae “El Pantano”, presunto autor intelectual del asesinato del líder limonero en Michoacán

La violencia que desde hace años golpea al sector agrícola en Michoacán volvió a mostrar su rostro más crudo. Autoridades federales detuvieron a Rigoberto López Mendoza, alias “El Pantano”, señalado como autor intelectual del homicidio de Bernardo Bravo Manríquez, líder de los productores de limón en el Valle de Apatzingán.

Bravo Manríquez fue hallado sin vida el pasado 17 de octubre, tras haber denunciado públicamente las extorsiones y amenazas que sufrían los citricultores de la región por parte de grupos criminales. Su voz se había convertido en una de las pocas que se atrevían a exhibir cómo las organizaciones delictivas imponen “cuotas” a los productores para permitirles cosechar o transportar su mercancía, bajo amenaza de represalias.

De acuerdo con reportes oficiales, “El Pantano” operaba como jefe de plaza en la zona de Tierra Caliente y mantenía vínculos con la célula criminal Los Blancos de Troya, dedicada al cobro de piso y control de rutas de distribución del limón michoacano. En el momento de su captura, los agentes encontraron entre sus pertenencias identificaciones falsas y una credencial de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, lo que refuerza la hipótesis de infiltración del crimen en las estructuras agrícolas.

Fuentes de la investigación aseguran que el asesinato de Bravo Manríquez fue ordenado para “callar su activismo” y enviar un mensaje de control a los productores que intentaran resistir las extorsiones. Su muerte provocó una fuerte reacción entre campesinos y organizaciones agrícolas que demandan protección real y justicia pronta, así como la presencia sostenida de fuerzas federales en la región.

La captura de “El Pantano” representa un golpe simbólico importante contra las redes delictivas que han convertido la producción de limón —uno de los pilares económicos de Michoacán— en un negocio bajo asedio. Sin embargo, líderes locales advierten que el problema está lejos de resolverse: las extorsiones continúan, y muchos agricultores prefieren el silencio antes que arriesgar la vida.

Con esta detención, la Fiscalía General del Estado y las autoridades federales esperan obtener información clave sobre los autores materiales y las estructuras que financian la violencia en el sector. Mientras tanto, la figura de Bernardo Bravo queda como símbolo de resistencia frente a un sistema que castiga a quienes se atreven a denunciar.