Checo Pérez regresa a la pista con Cadillac en Imola: arranca una nueva era en la F1

Después de once meses fuera de la pista, desde su última carrera con Red Bull en Abu Dhabi, Checo Pérez volvió a sentir la adrenalina de la Fórmula 1. Lo hizo en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, en Imola, como parte de un test privado organizado por Cadillac, su nuevo equipo, que se prepara para debutar en la temporada 2026.

El monoplaza utilizado fue un Ferrari SF-23 completamente negro, cedido por la Scuderia como parte del programa TPC (Testing Previous Cars), que permite a nuevos equipos entrenar con autos de temporadas anteriores. Cadillac aún no cuenta con un coche propio homologado para pruebas, por lo que recurrió a Ferrari, que también será su proveedor de motores.

Más allá del rendimiento del auto, el foco estuvo en el entrenamiento del personal técnico y operativo. Bajo la supervisión de Peter Crolla y con el respaldo de ingenieros de Ferrari, unas 50 personas participaron en el ensayo. Según el director del equipo, Grame Lowdon, el propósito fue preparar al equipo para el entorno competitivo de la F1, más que evaluar el desempeño del monoplaza.

Checo fue el único piloto en pista durante los dos días de pruebas. Su compañero Valtteri Bottas no pudo participar debido a restricciones contractuales con Mercedes. Este test representa el primer contacto real de Pérez con el proyecto Cadillac, en el que será pieza clave para el desarrollo del auto que debutará en 2026.

La temporada inaugural de Cadillac comenzará el 8 de marzo de 2026 en Australia. Con este test, Checo Pérez no solo volvió a la acción, sino que también asumió el liderazgo de una escudería que busca consolidarse en la máxima categoría del automovilismo. Su experiencia será vital para construir un equipo competitivo desde cero.