A 43 días del asesinato del alcalde Miguel Bahena Solórzano, ocurrido el 20 de octubre frente a su domicilio en la comunidad de La Estancia, el municipio de Pisaflores continúa sin una figura ejecutiva al frente del ayuntamiento. El cabildo ha rechazado en dos ocasiones tomar protesta al suplente constitucional, Silvestre García Márquez, argumentando que no reside en el municipio —vive en Jacala— y que enfrenta una carpeta de investigación por lesiones.
La negativa ha derivado en una parálisis institucional. Aunque el Congreso local y el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo (TEEH) han exigido el cumplimiento de la ley, la Asamblea Municipal ha incumplido los plazos legales para formalizar la sucesión. Como medida de apremio, el TEEH impuso una multa de 30 UMAS (aproximadamente 3,394 pesos) a cada uno de los nueve regidores y a la síndica municipal, monto que será descontado directamente de sus dietas.
Desde el 27 de octubre, el cabildo designó a Antonio Robles Ramírez como encargado del despacho para atender asuntos urgentes, pero su papel es limitado y no sustituye la figura del alcalde. Mientras tanto, la administración pública opera de forma parcial, y la población expresa creciente preocupación por la falta de liderazgo, la inseguridad y la incertidumbre institucional.
El Congreso del estado aún no ha emitido una resolución definitiva. Mientras tanto, Pisaflores permanece en un limbo político que pone en riesgo la gobernabilidad y la atención a las necesidades básicas de su población.