Un hombre de 77 años, identificado como Enorino “N”, fue condenado a 30 años de prisión por intentar asesinar a su expareja después de que ella se negara a retomar la relación. La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León informó que el delito quedó tipificado como feminicidio en grado de tentativa, y que además se le impuso una multa de 2 mil 666 cuotas.
Los hechos ocurrieron el 14 de julio de 2024, cuando la víctima, una mujer de 50 años, fue atacada a balazos por el agresor. Aunque resultó herida, logró sobrevivir y denunciar, lo que permitió abrir un proceso judicial que concluyó con la sentencia condenatoria.
El tribunal consideró que la edad del acusado no podía ser un atenuante frente a la gravedad del ataque, destacando que se trató de un intento deliberado de feminicidio. Para organizaciones que acompañan a víctimas de violencia de género, este caso refleja un patrón recurrente: la violencia extrema que enfrentan las mujeres cuando deciden terminar una relación.
En Nuevo León, los intentos y casos consumados de feminicidio han colocado al estado entre los primeros lugares a nivel nacional en violencia contra las mujeres, detonando constantes protestas y reclamos por mayor protección. Colectivos feministas señalan que cada tentativa debe visibilizarse con el mismo énfasis que un feminicidio consumado, pues muestran los mismos rasgos de odio y control.
La sentencia contra Enorino “N” marca un precedente importante: envía el mensaje de que la justicia debe responder con firmeza, incluso cuando la víctima sobrevive. Pero también abre la discusión sobre la urgencia de fortalecer la prevención, garantizar órdenes de protección efectivas y acompañamiento integral para mujeres en riesgo.
En este caso, la decisión judicial confirma que ningún factor, ni siquiera la edad avanzada del agresor, justifica ni disminuye la violencia ejercida. Y recuerda lo esencial: ninguna mujer debería temer por su vida al ejercer su libertad de decir no.