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Hallan sin vida al propietario del centro de rehabilitación Shaddai tras masacre en Culiacán

Guillermo Rodríguez Gaxiola, presidente de la Unión de Redes de Centros de Rehabilitación en Sinaloa y dueño del centro Shaddai, fue asesinado tras una serie de ataques armados contra anexos en Culiacán. La violencia ha dejado al descubierto una grave crisis de seguridad en torno a estos espacios de atención para adicciones.

Masacre y desaparición

Rodríguez Gaxiola fue secuestrado en su domicilio frente a su familia, poco después del ataque armado al centro Shaddai, donde nueve personas fueron asesinadas —entre ellas, el director y el subdirector del lugar— y otras resultaron heridas. Horas más tarde, comandos armados irrumpieron en otros dos anexos también vinculados a él: “Rehabilítate” y “Casa Manantial”. En estos lugares no se reportaron muertos, pero sí desplazamientos de internos por miedo a nuevos atentados.

El cuerpo sin vida de Rodríguez Gaxiola fue localizado días después en la colonia La Costerita, al sur de Culiacán. Presentaba huellas de tortura y estaba envuelto parcialmente en plástico. Fue identificado por sus tatuajes.

Antecedentes: una tragedia anunciada

El ataque al anexo Shaddai no fue un hecho aislado. En los últimos años, los centros de rehabilitación en Sinaloa han sido blanco constante del crimen organizado, ya sea por conflictos internos, venganzas o disputas relacionadas con el narcomenudeo.

Rodríguez Gaxiola, además de dirigir el centro Shaddai, encabezaba una red de rehabilitación en Sinaloa. En reiteradas ocasiones había solicitado mayor vigilancia y protección para estos espacios. A pesar de las advertencias, las agresiones continuaron sin consecuencias para los responsables.

Las autoridades ahora investigan si estos hechos están relacionados con pugnas entre grupos delictivos o con denuncias previas hechas por la red de centros que dirigía. Mientras tanto, organizaciones civiles exigen justicia y garantías de seguridad para las personas en tratamiento, quienes hoy se encuentran más vulnerables que nunca.