Playas contaminadas: Gobierno de Acapulco niega, Cofepris confirma
En plena temporada vacacional, un nuevo enfrentamiento entre autoridades municipales y federales pone en duda la seguridad sanitaria de nuestras playas. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) encendió las alertas al declarar seis playas de México como no aptas para uso recreativo, debido a altos niveles de contaminación por bacterias fecales. Y sí, entre ellas figura una de las más visitadas del puerto de Acapulco: playa Icacos.
Según el informe más reciente, estas playas superan el límite de 200 enterococos por cada 100 mililitros de agua, cifra que representa un riesgo directo para la salud pública. Las bacterias detectadas pueden provocar desde infecciones urinarias hasta meningitis. Las playas señaladas son: Rosarito y Rosarito I, en Baja California; Tijuana y Tijuana I, también en Baja California; Sayulita, en Nayarit; y Icacos, en Guerrero.
Pero mientras Cofepris suena la alarma, el gobierno de Acapulco responde con desmentidos. La administración municipal insiste en que sus playas están limpias, seguras y listas para recibir al turismo. Incluso han retado públicamente a la Cofepris a que realicen nuevos muestreos. Una apuesta arriesgada cuando se trata de salud.
Cabe destacar que, de las 289 playas evaluadas en todo el país, el 98% pasó la prueba. Solo seis fallaron. Entonces la pregunta es clara: ¿por qué algunas autoridades locales se resisten a aceptar los resultados?
Esta controversia no es menor. Nos encontramos en plena Semana Santa, una de las temporadas turísticas más importantes del año. Cientos de miles de familias mexicanas han viajado a destinos de sol y playa. Y ahora se enfrentan a una realidad preocupante: la posibilidad de bañarse en aguas contaminadas.
En contraste, otros destinos turísticos han mostrado mejoras. Tal es el caso de la playa Oasis en Puerto Vallarta, que había sido clasificada como no apta en diciembre del año pasado, pero que en este nuevo informe fue calificada como segura.
La Cofepris asegura que ya trabaja en coordinación con gobiernos estatales para implementar medidas correctivas y garantizar la calidad del agua en las playas afectadas. Pero mientras tanto, el llamado es claro: la ciudadanía debe estar informada, exigir transparencia y tomar precauciones.
Porque cuando se trata de salud pública, las playas limpias no se presumen: se demuestran con evidencia.