img

Australia desata indignación mundial al sacrificar más de 700 koalas para plantar eucaliptos

Australia enfrenta una ola de indignación global tras revelarse que, entre 2022 y 2025, el gobierno del estado de Victoria autorizó la matanza de más de 700 koalas. La medida, realizada para liberar zonas boscosas destinadas a la expansión de plantaciones de eucalipto para la industria papelera, ha reavivado cuestionamientos sobre la coherencia ambiental del país oceánico.

La organización Koala Clancy Foundation denunció que los koalas fueron sacrificados en condiciones de hacinamiento extremo, resultado de la deforestación previa y la transformación brutal de su hábitat natural. Estos animales ya enfrentaban amenazas críticas: estudios recientes advierten que en estados como Nueva Gales del Sur la especie podría extinguirse en estado silvestre para 2050 si no se toman medidas urgentes.

El sacrificio de koalas no es un hecho aislado: expertos señalan que la combinación de incendios forestales masivos, urbanización sin freno y enfermedades como la clamidia han diezmado sus poblaciones en la última década. La respuesta de los gobiernos regionales ha sido insuficiente y, en ocasiones, abiertamente contradictoria, privilegiando intereses económicos sobre la conservación de la biodiversidad.

La comunidad internacional ha expresado su repudio. Organismos como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) recordaron que el koala ya figura en su lista roja como una especie vulnerable. Críticos comparan esta política con otras decisiones polémicas de Australia, como su resistencia a prohibir la minería de carbón en territorios protegidos, lo que apunta a un patrón de desdén hacia los compromisos climáticos globales.

Mientras las autoridades locales justifican la medida bajo el argumento de "control de población y preservación del bienestar de los animales restantes", especialistas en conservación subrayan que el sacrificio masivo jamás puede ser considerado una estrategia de manejo ético. Se abre así un debate ético profundo: ¿qué tipo de progreso justifica el exterminio de especies enteras?

El caso de los koalas de Victoria se convierte en un símbolo doloroso de los dilemas que enfrenta el planeta: en la lucha entre crecimiento económico y preservación de la vida, la naturaleza sigue perdiendo terreno.