El diputado local Enrique Correa llevó al Congreso dos iniciativas que buscan cambiar la forma en que Querétaro protege a las madres y a la primera infancia. Su objetivo es claro: que amamantar sea reconocido como un derecho humano y no un motivo de discriminación, y que los niños y niñas tengan garantizado el acceso a la lactancia en sus primeros años de vida.
La primera iniciativa pretende que cualquier acto de agresión, intimidación o discriminación hacia mujeres que amamantan en público sea considerado violencia. Esto implicaría que autoridades estatales y municipales tengan la obligación de garantizar respeto y protección, además de impulsar campañas que normalicen la lactancia como algo natural y necesario.
La segunda propuesta se enfoca en los bebés. Correa plantea que la Ley de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Querétaro garantice el derecho a la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y complementaria hasta los dos años, tal como recomiendan organismos internacionales como la OMS y la UNICEF.
El legislador sostiene que estas medidas no solo refuerzan el interés superior de la niñez, sino que también colocan a las madres en el centro de las políticas públicas: “Querétaro debe ser un estado donde la niñez crezca sana y con igualdad de oportunidades, y donde las madres puedan ejercer libremente su derecho a la lactancia sin miedo a discriminación o agresiones”, afirmó.
El contexto respalda la urgencia de estas reformas. En México, apenas un tercio de los bebés menores de seis meses recibe lactancia materna exclusiva, y Querétaro enfrenta la misma realidad, con miles de nacimientos al año y pocas condiciones para que las madres ejerzan este derecho. Además, persisten estigmas y prejuicios hacia la lactancia en espacios públicos, lo que convierte esta práctica en un reto más social que sanitario.
De aprobarse, las propuestas no solo armonizarían la legislación estatal con estándares internacionales, sino que también enviarían un mensaje claro: la lactancia es un derecho protegido, y cualquier intento de violentarlo será sancionado. El verdadero reto será pasar del papel a la práctica, con recursos, campañas efectivas y espacios dignos para que las madres puedan amamantar sin barreras.