En la víspera de la entrega del Cuarto Informe del Poder Ejecutivo, programada para el 24 de septiembre, el coordinador del Grupo Legislativo de Morena, Edgar “el Güero” Inzunza Ballesteros, encabezó la postura de la Cuarta Transformación al exigir que la glosa no se despache “al vapor”, como pretende hacerse el 25 y 26 de septiembre, sino con un análisis serio y documentado.
Inzunza, en tono crítico y firme, sostuvo que el informe no puede convertirse en una simple pasarela de secretarios estatales: “Para realizar un buen trabajo en conjunto, los 25 diputados tenemos primero que conocer de manera amplia el documento, estudiarlo y desmenuzarlo antes de cuestionar y proponer”. Con este gesto, el legislador reafirma su papel como voz incómoda pero necesaria en la Legislatura.
Acompañado de diputados de Morena y del PT, entre ellos Claudia Díaz Gayou, Arturo Maximiliano García Pérez, Homero Barrera Mcdonald, Sully Yanira Mauricio Sixtos y Eric Silva Hernández, el Güero Inzunza delineó un frente legislativo que no solo pide tiempo para la glosa, sino que además impulsa cuatro iniciativas presupuestales orientadas a romper inercias y cerrar la llave de la discrecionalidad en el gasto público.
Las propuestas incluyen redistribuir las participaciones federales con criterios de justicia social, ajustar la fórmula de la Ley de Coordinación Fiscal, redefinir el reparto del impuesto a gasolinas y diésel considerando la realidad de cada municipio y obligar a que los ingresos excedentes sean autorizados por la Legislatura.
En las intervenciones secundarias, Maximiliano García explicó que la intención es evitar que los excedentes se gasten sin control legislativo; Eric Silva recordó que algunas de estas iniciativas ya se habían presentado sin éxito el año pasado; y Sinhué Piedragil señaló que se trabaja en un acuerdo con la Mesa Directiva, a propuesta de Ulises Gómez, para que el análisis del informe se realice días después de su recepción.
Con esta estrategia, Inzunza no solo se coloca como el diputado que marca la pauta en la discusión pública: cuestiona el formato de la glosa y coloca en el centro del debate el tema más sensible para cualquier gobierno, el control del dinero.