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¡Hay alternativas! Conoce la terapia Ytrium90 contra el cáncer de hígado

 

El cáncer hepático representa alrededor de la décima causa de muerte en México y es el quinto tumor más frecuente a nivel mundial, por lo que la investigación para tratar este problema no se ha detenido y se han encontrado datos importantes, entre ellos que la enfermedad está relacionada con la cirrosis, pero también con el hígado graso a causa del síndrome metabólico.


 

Otros factores que se vinculan a la aparición del cáncer hepático es la infección por el virus de la hepatitis  B (VHB) y la infección por el virus de la hepatitis C (VHC).


 

Una detección oportuna ayuda a salvar vidas


 

Tienes que saber que el cáncer hepático es silencioso, pero entre los síntomas del cáncer de hígado se puede citar dolor abdominal, náuseas y vómitos, además de hinchazón abdominal con acumulación de líquido, pérdida de peso inexplicable, fatiga y debilidad, pero en la mayoría de los casos estas molestias son bastante inespecíficas y únicamente los médicos podrán determinar los estudios a realizar para descartar o confirmar el diagnóstico.


 

¿Cómo ayuda la terapia Ytrium90 a los pacientes con cáncer?

 

Se trata de una terapia de baja toxicidad y de mínima invasión que se realiza mediante la colocación de un catéter selectivamente en la arteria principal que irriga al tumor dentro del hígado con la finalidad de depositar las micro partículas inyectadas directamente al tumor a través de los vasos sanguíneos.


 

En este sitio, las microesferas de vidrio de Ytrium90, emiten un tipo de radiación que destruye las células cancerosas, lo que reduce el tamaño del tumor hepático a fin de que los pacientes puedan continuar con su tratamiento específico, ya que dependerá de las condiciones clínicas específicas.


 

Actualmente el Hospital Angeles Mocel es el único hospital en México certificado para llevar a cabo este procedimiento. El Dr. José Luis Rios Reina y su equipo médico se encarga de determinar la dosis necesaria para cada paciente de acuerdo a los resultados de diversos estudios de laboratorio y de imagenología. Después de realizarlo, el paciente puede ir a casa después de 3 horas, ya que se trata de un procedimiento ambulatorio.


 

A las 4 semanas de realizar el procedimiento se debe realizar una resonancia magnética y tomografía para conocer el resultado, pues hay tendencia a que el tumor casi desaparezca, pero cada paciente es diferente, por lo que no se deben dejar de lado las visitas de seguimiento para determinar si es necesario un segundo tratamiento.