La tarde del 4 de noviembre, mientras se dirigía a pie desde Palacio Nacional hacia las oficinas de la Secretaría de Educación Pública, Claudia Sheinbaum fue abordada por un individuo que la abrazó por la espalda sin su consentimiento. El momento fue registrado por cámaras y rápidamente se viralizó, generando indignación en redes sociales.
Durante su conferencia matutina del día siguiente, Sheinbaum confirmó que presentó una denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por el delito de acoso sexual. El agresor fue detenido poco después del incidente.
“Decidí presentar la denuncia porque lo viví como mujer. Si esto le hacen a la presidenta, ¿qué le espera a las demás mujeres?”, declaró. La mandataria también recordó que ha enfrentado situaciones similares en otras etapas de su vida, como alcaldesa y como estudiante, y subrayó que este tipo de conductas no deben normalizarse.
Además, hizo un llamado a revisar la legislación en todos los estados del país para garantizar que el acoso esté tipificado como delito penal. Propuso impulsar una campaña nacional que promueva el respeto al espacio personal y sancione este tipo de agresiones.
El episodio ha reavivado el debate sobre la seguridad de las mujeres en espacios públicos y la necesidad de fortalecer las políticas de prevención y sanción. Diversos colectivos feministas han respaldado la postura de la presidenta, señalando que su denuncia envía un mensaje contundente contra la impunidad.